02 diciembre 2016

Ética y moralidad de la información

Gracias a la tecnología los sistemas de información están cada vez más cerca del dominio público y en tiempo real, lo cual ha traído grandes avances tecnológicos pero también grandes problemas a la legalidad y la intimidad de lo que se denomina propiedad intelectual u derecho a la intimidad.

La creciente utilización de la información como mecanismo  de avance tecnológico y transacciones comerciales son uno de los pilares que mantiene activo el mercado y la globalización. En términos castizos se puede afirmar que la información es poder.

Por otro lado en otras ocasiones ha sido punto de partida para limitaciones  al avance tecnológico  por que  “privatiza” partes importes de información que puede ser mejorada, o que permitiría el desarrollo colectivo de tecnología gratuita.

Por lo tanto las personas que utilizan los sistemas de información son las responsables del cumplimiento o incumplimientos de los aspectos éticos por el uso de estos sistemas de información y la información que estos sistemas contengan. Ya que a pesar de que hay formas técnicas de proteger la información, o hacerla más difícil de conseguir o entender, estas formas no las protegen completamente y los sistemas en muchas ocasiones han sido rotos y la información desencriptadas.

Las dimensiones morales de los sistemas abarcan temas como la privacidad, propiedad intelectual, rendición de cuentas, calidad de vida  y calidad de sistema. Antes de seguir hablado sobre la moral tenemos que definir el término: moralidad el cual está siendo aplicado a varios entornos, según wikipedia (2016) La moral o moralidad (del latín mōs, gen. mōris, ‘costumbre’ y de ahí mōrālis 'relativo a los usos y costumbres') son las reglas, posicionamientos, normas o consensos por las que se rige y juzga el comportamiento o la conducta de un ser humano en una sociedad. En ese enfoque lo que forma parte del comportamiento moral está sujeto a ciertas convenciones sociales y no forman un conjunto universalmente compartidos. Por otra parte, las sociedades humanas parecen compartir un núcleo de consensos sobre la inaceptabilidad de ciertas conductas, ampliamente rechazadas (entre ellas la mentira ventajosa, el causar grandes daños a personas inocentes o desvalidas, etc.)

Ahora bien teniendo claro el concepto y límites a los que la moralidad en los sistemas de información abarca, podemos proponer un caso de estudio de los muchos que han sucedido en las competencias por el mercado de la tecnología. Nos encontramos el siguiente caso: En 1979, cuando apenas tenía 24 años, Jobs robó la idea del ratón, la computadora personal y la interfaz gráfica de usuario (GUI) de una visita que hizo al Xerox PARC (Palo Alto Research Center). En su defensa, los fanáticos de Jobs argumentan que no se robó ninguna idea de Xerox, sino que “su visita a PARC lo inspiró para mejorar lo que ya se había descubierto; así es como funciona la innovación”. http://www.merca20.com/voy-a-destruir-android-porque-es-un-producto-robado/ (2016).

En este caso encontramos que a pesar de que se violo la propiedad intelectual esta permitió que  esta idea que posiblemente y de otro modo fuese confinada a la oscuridad, sirviera como base para la implementación de nuevas tecnologías y que finalmente permitiera la mejora en calidad de vida de los individuos. Aun así no ha hay que dejar de lado la responsabilidad “rendición de cuentas” que por ejemplo en este caso y en otros más ha tenido estas decisiones de robo de información, en las cuales se han entablado demandas y se ha tenido que compasar a las empresas u individuos afectados.

Como conclusión podemos afirmar la importancia que tiene la información en lo que actualmente se denomina la sociedad del conocimiento, la cual debe ser llevada por lineamentos éticos y morales los cuales permitan conservar un equilibrio entre la innovación y la intimidad de la información con respecto al uso y la afectación que se pueda dar de esta.

Bibliografía:

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